Bien hecho

Y así, con una sola palabra lanzada al viento, decidió terminar con todo. Por el lado cobarde y autosuficiente, sin preguntar ni comprobar, sacando sus propias conclusiones que podrían ser del todo erróneas pero se excusó en la experiencia, en ver de nuevo los síntomas que ya vivió y que parecían repetirse con extrema exactitud.

Así, sin decir nada, cerró las puertas en su corazón y lanzó los lastres que le tenían atormentada un par de semanas.

Así, sin tan siquiera dar oportunidad, comenzó el camino que le alejaba y se dio una orgullosa palmadita en la espalda, esta vez en lugar de años has tardado sólo unas semanas, bien hecho.
 
Si estaba o no equivocada no quiso comprobarlo, no por miedo a saber que lo estaba sino por hastía, por no repetir lo ya vivido... pero sentía que algo faltaba, algo había sido en vano... no lograba saber esta vez ¿qué?. Lo más incómodo era haber experimentado sin haber aprendido con temor a repetir lo que pudo causar este resultado, pero el tiempo ya se había agotado, ya era tarde; y quiso pensar esta vez porqué sí, sin más y adiós.

Títeres de peana

De un tiempo a esta parte asisto atónita a enfrentamientos en los que estoy como espectadora y aunque los protagonice, sigo viéndolos desde fuera. Al recordarlos se sitúan frente a mi escenarios de teatro, a veces muestran una imagen estática, otras en movimiento. A veces a color, otras monocromáticas. A veces representadas con figuras humans otras con títeres.
Y me siento inútil porque esa es mi función: ver. No hay nada que pueda o tenga que hacer. Sólo ver. Ni siquiera es necesario comprender, no, sólo ver. No se puede tocar, sólo ver.
Y la butaca en la que estoy sentada vuelve a moverse. Se abre el telón. Estoy en medio del escenario. La luz sólo me enfoca a mí. Un personaje en sombra se sitúa a un lado y comienza a gritar, no logro entender nada porque su voz llega distorsionada, a él se le van uniendo paulatinamente más voces, unas agudas otras más graves, pero todas distorsionadas. Y asumo que esperan algo de mí, ¿por qué esperan algo de mí? yo no espero nada de ellos.
Pero no siento nada, estoy vacía, no hay nada que pueda o tenga que hacer.
Las voces se acercan a mí, por mucho que me griten más alto no les voy a entender; entonces la luz se apaga y todo queda en silencio.
No ha imágenes, no hay títeres, no hay voces, sólo yo... y puedo respirar.
Sólo es cuestión de tiempo, todo vuelve a empezar y en algún momento dejaré de mirar.

17/06/2008

La foto.

-Ahora que te veo con otros ojos, no eres para tanto - intentó mentirse a si mismo.
Ella le devolvió una tímida y cálida sonrisa.
Él no pudo evitar sentirse molesto de nuevo, la lejanía que les separaba se percibía tan cercana, tan corta, como la ilusión de un oasis. No escuchaba sus palabras, no recibía sus sentimientos... y él... él seguía repitiendo su nombre en un mal hábito creado imposible de eliminar.
No era amor, no podía ser amor, pero no lograba ponerle nombre a lo que se despertaba en su interior... No era real tampoco, era consciente de que no podía ser real porque en su mundo, las cosas que existían tenían nombre pero dolía, si dolía tenía que existir, pero no tenía nombre... entonces no existía y enloquecía. Quería preguntar pero la vergüenza no se lo permitía, él que sabía tanto, él que tenía todas las respuestas... él había sido derrotado por ella, sin esfuerzo, sin hacer nada, sin saber que le estaba destrozando. Ella que ni tan siquiera sabía su nombre.
Él no lloró, sólo se destiñó hasta volverse gris, taciturno, empezó a dudar del mundo, de lo que sabía, perdió la seguridad, la sonrisa, la alegría, la tristeza, su futuro, las ganas... se volvió de cartón piedra y su mundo se detuvo.
Ella le devolvió una tímida y cálida sonrisa.

아픈 사랑 Amor que duele

아픈 사랑은 사랑이 아니다.
아프니까 사랑이 아니다...

El amor que duele, no es amor.
Porque duele, no es amor.

¿Es esto romántico? No para mi.

"Si sales conmigo, no dejaré que sonrías a otros chicos ni que lleves ropa sexy, tendrás que llegar pronto a casa por la noche y sólo me mirarás a mi cada día" tras esto le besa dormida...
No veo lo romántico por ningún lado.

Ten cuidado, pequeña mía.

Fue tarde, pequeña mía, fue muy tarde...
Sin darnos cuenta habíamos dejado pasar ese "nuestro momento" e inevitablemente no volvió a darse.

No... No es que me arrepienta, no sé si hay lugar al arrepentimiento, pero como fantasmas, aun hoy, me acechan los recuerdos no gastados, los sentimientos no compartidos, las memorias no canjeadas y no puedo evitar sentir que pudo haber sido divertido, pero esta vez, pequeña mía, no me arrepiento.

- ¿Porque aprendiste a subir al tren aunque sea por un corto trayecto?

No, pequeña mía, porque fue una decisión no tomada, pero las decisiones no tomadas también son decisiones escogidas y forman parte de lo que me ha convertido en la persona que tienes ante tus grandes e inquisitivos ojos.

Pequeña mía, ten cuidado con los trenes, porque los trenes son decisiones que no tienen demasiado tiempo para la reflexión. Y ten cuidado también de la reflexión, pequeña mía, porque podría no dejarte subir al tren por no disponer de su tiempo necesario.

Ahora que la memoria empieza a fallarme me pregunto cuán frágil es, que recuerdos son más reales y cuales fueron modificados para mi mayor disfrute, me pregunto cuales fueron descartados, reemplazados o borrados por falta de espacio... y me pregunto cuales permanecerán hasta el final conmigo y me acompañarán hasta mi destino, cuando finalmente me re-encuentre con él para abrazarle, darle el beso que nunca pude darle y poder contarle todas las cosas que guardé para él.

-¿Tanto lo amaste?

Pequeña mía, tanto lo amo, no he dejado de quererle nunca porque él siempre está a mi lado.


- No creo que sea justo, no debes ser así con quienes si te han amado y con quien te ama.

Ay, pequeña mía, lo justo es una invención, lo justo no existe porque lo justo no es lo mismo para todos, cada uno tiene lo que piensa que debería ser y en ellos se basa su lo justo. No impongas el tuyo porque no te gustará que te impongan uno ajeno.

Durmamos pequeña mía, que mañana tenemos nuevas experiencias que vivir y otras viejas que disfrutar de nuevo.

Canciones de "amor"

De "amor" y desamor.

Son canciones que me vienen a la mente de vez en cuando, que se han quedado grabadas, la mayoría forman parte de la banda sonora de alguna serie, en ocasiones película. Banda sonora que es más memorable que la trama en sí o que la escena a la que le dan vida...

Son canciones que podrán quedarse conmigo porque llegaron en un momento vacío, en un momento que no identifico con nadie en concreto que no representan un capítulo exacto de mi vida pero que sí forman parte de mi banda sonora personal, que por alguna extraña razón me identifico con ellas o, aun cuando la letra no sea positiva, cuando no tienen nada que ver conmigo, reconfortan mi corazón indiferente.

He decidido hacer una pequeña lista de esas canciones, para mi, para tenerlas a mano, para cuando me acuerdo y quiero escucharlas que irá creciendo conforme me acuerde de la canción o cuando descubra una nueva.

•  I'm Not In Love (Fun Lovin' Criminals)

Me encanta esta versión. Más que la original de 10cc.
Me gusta porque puede interpretarse atendiendo sólo a lo que dice la letra, realmente no es amor, es sólo... Y sin embargo, a la vez también puede interpretarse como una confesión oculta. Un "no quiero estarlo", una negación de algo inevitable.
Pero el "just because..." es mucho más común y fácilmente confundible con amor cuando "es un sólo que..."

• This Is Not A Love Song (Nouvelle Vague)

 

De esta canción sólo diré que me resulta muy sensual... Y no por la letra.

I Could Give You Love (Lasse Lindh)

La frase "I wish you could see, See the world like me" es la que me hizo caer rendida ante la canción. La música, la voz... ya me estaba gustando; pero esa frase la trajo hasta esta lista. No porque haya alguien a quien le quiera decir eso, sino porque conociéndome es algo que querré decir pero que también sé que me querrán decir o me quisieron decir.